Baños de Bosque – ¿Qué son?
La naturaleza siempre ha sido y sigue siendo nuestro entorno natural. Todo comenzó en la sabana africana, desde donde la humanidad se expandió hacia otros continentes. Europa recibió a los humanos con densos bosques, selvas y humedales. Los bosques de las tierras bajas de nuestra parte del continente eran un recurso tan valioso que casi todos terminaron talados. En Polonia, solo ha sobrevivido un pequeño fragmento: el Bosque de Białowieża. Cuando las personas se trasladaron a las ciudades y se desconectaron de su entorno natural, comenzaron a sentirse mal. Surgieron enfermedades de la civilización relacionadas con el estilo de vida sedentario, el exceso de trabajo, el estrés, las malas dietas y la falta de contacto con la naturaleza. Un remedio para estas dolencias parece ser un regreso a nuestras raíces: al bosque.
Inicio de la terapia forestal en Japón
La idea de buscar ayuda regresando a la naturaleza y estudiar este fenómeno desde una perspectiva médica surgió en Japón, un país con una población urbana inmensa. También es el país donde se diagnosticaron por primera vez trastornos como el hikikomori (aislamiento social total) y el karojisatsu (suicidio por exceso de trabajo y estrés).
Los baños de bosque provienen de la práctica japonesa del shinrin-yoku, que consiste en pasar tiempo conscientemente en el bosque para recuperar y fortalecer la salud. En la práctica, se trata de un paseo lento y consciente durante el cual los participantes se concentran en el aquí y ahora, intentando absorber el bosque con todos sus sentidos y conectarse con él. Aunque la tradición de los baños de bosque es más antigua, el inicio formal de la práctica del shinrin-yoku se sitúa en 1982, cuando el profesor japonés Yoshifumi Miyazaki visitó la isla volcánica de Yakushima, cubierta por un antiguo bosque de cedros, para estudiar los efectos de los paseos forestales en las funciones psicológicas y el estrés fisiológico. Demostró que estos paseos mejoran el bienestar mental y reducen los niveles de cortisol en la saliva, una hormona producida durante el estrés crónico. Las investigaciones del profesor Miyazaki culminaron con la creación del primer centro de terapia forestal en el Bosque Akasawa, en la prefectura de Nagano, y el lanzamiento de un proyecto nacional llamado “Los efectos terapéuticos de los bosques.”
Desarrollo de la terapia forestal en el mundo
En 2007 se estableció la Sociedad Japonesa de Medicina Forestal en Osaka. Al año siguiente, se inauguró en Corea otro centro de terapia forestal integral basado en el ciclo de la vida (desde el nacimiento hasta la muerte). Con los años, la idea se extendió más allá de Asia al resto del mundo. En 2012, el guía de turismo natural Amos Clifford fundó en los Estados Unidos la Asociación de Terapia de Bosques y Naturaleza (Association of Nature and Forest Therapy, ANFT), una organización internacional basada en los principios de los baños de bosque asiáticos. Desde su creación, ANFT ha formado guías de terapia forestal, enfatizando los fundamentos científicos de esta práctica y la transparencia cultural. En 2018, la irlandesa Shirley Gleeson y el español Alex Gesse fundaron el Instituto Europeo de Terapia Forestal, que en 2019 amplió su alcance y cambió su nombre a Instituto de Terapia Forestal (Forest Therapy Institute, FTI). Esta institución certifica guías de baños de bosque y terapeutas forestales.
Un guía certificado trabaja en áreas como la reducción del estrés, el bienestar y la prevención de la salud. Un terapeuta forestal recibe formación para aplicar intervenciones terapéuticas y de rehabilitación a personas que buscan apoyo en su salud mental. Desde 2020, el FTI organiza sesiones de formación certificada también en Polonia. Además, en el Bosque de Białowieża se encuentra el Centro de Terapia Forestal dirigido por Katarzyna Simonienko. Además de la formación certificada, se organizan en todo el mundo conferencias y talleres internacionales dedicados a la terapia forestal y los baños de bosque.